13 de julio de 2009

The Best Day (SPANISH)

ALERTA: Este One-shoot tiene contenido que puede no ser bueno para algunas fans de los Jonas Brothers. Si estuviste mal por el compromiso de Kevin y Danielle, porfavor, NO LEAS ESTO. Gracias


- Dios mío – susurré en un hilo de voz, mirándome al espejo. Mi vista ya estaba más que empañada, pero reprimí las lágrimas: no quería arruinar mi maquillaje… otra vez.

- Dani, querida… estás preciosa – Denise se acercó hacia mí, con una gran sonrisa en su rostro. Me abrazó, con cuidado de no arruinar mi peinado.

- Gracias, Denise… - respondí, demasiado emocionada para decir más. Volví a mirarme al espejo: mi cabello estaba recogido, en una coleta alta, con una hebilla plateada con cristales incrustados en ella. Bucles perfectos caían por mi cuello, brillando gracias al producto que había usado la estilista. Mi rostro estaba prácticamente al natural, la maquilladora había aplicado –ya unas cinco veces- solo una capa de base, una de rimel en mis pestañas, delineador negro muy suave, y un leve brillo en los labios. Un largo vestido blanco se ceñía a mi cuerpo, bastante simple, pero aún así, hermoso. Solo tenía detalles en plateado, que hacían que brillara cuando lo veías desde distintos ángulos. Llegaba hasta mis tobillos, y en mis pies, aún descalzos, resaltaba una manicura recién hecha. Una vez más, mis ojos se vieron empañados, y llevé mis manos a ellos. Sequé una lágrima que estaba por escaparse con mi dedo.

- Que suerte que tiene mi hermano – mi sonrisa se amplió aún más al ver entrar a Joseph a mi habitación. Me acerqué a él, y me dio un cálido abrazo. – Te ves hermosa.

- Es cierto – dijo Nicholas, a su lado. Solté a Joe, para abrazar a su hermano menor.

- Gracias chicos…

- Deberías ver a K2 – Joe tenía una sonrisa burlona plantada en su rostro – Es un nudo de nervios…

- ¿Y tú qué crees? Creo que en cualquier momento voy a vomitar – reí. En parte era cierto: la velocidad de mi corazón no había bajado de los 100 km/h desde la noche anterior, cuando me despedí por última vez de mi novio. Recién en ese momento había caído en cuenta de que esa sería la última vez que lo vería como mi prometido. En menos de dos horas, caminaría hacia él, en el altar, y uniríamos nuestras vidas para siempre. Un escalofrío emocionado recorrió todo mi cuerpo, como si hubiera sido víctima de una descarga eléctrica.

- Bueno, será mejor que regresemos… - dijo Nick – Kev realmente nos necesita… - Joe y él rieron con ganas.

- Si, claro, vayan – dije, acompañándolos hacia la puerta. Clavé mis ojos en la habitación del frente: la puerta estaba cerrada, pero sabía que allí dentro se encontraba mi futuro esposo. Sentía unas terribles ganas de salir corriendo hacia allí, irrumpir en la habitación, y abrazarlo por el cuello. Sacudí mi cabeza, en un intento de contenerme.

Volví dentro de mi habitación, intentando escapar de cualquier tentación. Me di cuenta de que, por primera vez en el día, estaba completamente sola. Mi madre, que había estado todo el tiempo conmigo, estaba arreglándose, los padres de Kevin y sus hermanos estaban con él, y mis amigas debían estar yendo hacia la iglesia. Inspiré una gran bocanada de aire, y me senté sobre mi cama.

Una idea pasó por mi cabeza: siempre había escuchado que las novias se sentían nerviosas, inseguras antes de la boda. Yo debía ser la excepción a esa regla. Nunca había estado tan segura de nada en toda mi vida: Kevin era el hombre con quien quería pasar el resto de mi vida. Los nervios que sentía, eran solo ansiedad por dar ese tan sagrado y hermoso “Si, quiero”. ¿Quién iba a pensar que esas dos palabras podían ser tan preciosamente poderosas?

Mi vista se clavó en el anillo que decoraba mi mano izquierda, y una sonrisa melancólica se formó en mi rostro. Recordaba perfectamente el día en el cual me lo había dado. Me tomó por sorpresa, ni siquiera habíamos hablado del tema. Ambos teníamos muy en claro que nos amábamos con locura, y que éramos perfectos el uno para el otro… pero, ¿casarnos? Aún no estaba en nuestros planes.

Pero, al parecer, si en los de Kevin. Cuando apareció en mi puerta, miles de ideas llenaron mi cabeza, y el miedo se apoderó de ella. Por un segundo, creí que terminaría conmigo. Quedé completamente en blanco cuando lo vi arrodillarse delante de mí, y sacar una preciosa cajita de su bolsillo. Solo pude exclamar “Si, si, si” unas quinientas veces, mientras lo abrazaba por el cuello.

- Genial, volviste a arruinar tu maquillaje – una voz me sacó de mis pensamientos, y vi a mi madre entrar por la puerta. Sus ojos centellaban de emoción y orgullo.

- ¿Demasiado? – pregunté, pasando mis manos por mis mejillas. Estaban empapadas.

- Creo que con un retoque estarás bien. Debemos apresurarnos, el auto ya está esperando afuera.

- ¿Ya? – pregunté, quedándome sin aire. Mis manos comenzaron a temblar, y quedé petrificada unos cuantos segundos.

- Si, hija, ya es hora – mi madre sacó de su cartera lo necesario para arreglarme, y, en cuestión de minutos, mi maquillaje estaba nuevamente perfecto.

- No creo que dure mucho – reí. Fui en busca de mis zapatos de taco, plateados, y me los calcé. Eran la pieza perfecta para complementar el resto de mi vestuario. Volví a mirarme, por última vez, al espejo, y me apresuré hacia fuera de la casa.

- Kevin ya debe estar por llegar – comentó mi mamá, mientras subíamos al auto. Mi corazón latió desbocado dentro de mi pecho. “Ya, tranquilízate” pensé “¿Qué harás cuando lo veas allí… esperando…?” Ese último pensamiento solo sirvió para que mi órgano vital enloqueciera aún más.

El viaje se me hizo eterno, aunque solo estábamos a unas cuantas cuadras de la iglesia. Todo mi cuerpo temblaba, casi violentamente, y no podía quedarme un segundo quieta. Mi madre me ordenó unas 10 veces que dejara de jugar con la ventanilla, o que dejará mi vestido en paz si no quería romperlo.

- Parezco una niña – reí, con un leve rubor en las mejillas. – No puedo esperar…

- Pues… - dijo mi mamá, señalando hacia afuera del vehículo – No deberás hacerlo por mucho tiempo.

Allí estaba: la iglesia a la cual Kevin y yo asistíamos desde pequeños. Parecía increíble que no nos hubiéramos conocido antes, cuando habíamos compartido casi todos los domingos de nuestras vidas. Mordí mi labio inferior, mientras llevaba mi mano a la manecilla de la puerta.

- ¿Estás lista? – me preguntó mamá. Solo pude asentir: un gran nudo se había formado en mi garganta, y mi estómago parecía una fiesta de insectos voladores. En ese momento, ninguna palabra podría salir de mi boca.

Caminamos juntas hacia la puerta del templo, donde esperaba mi papá. Me saludó con un beso en la frente, y murmuró algo parecido a “Como has crecido…”. Mi madre acomodó un poco mi cabello, y me entregó un ramo de tulipanes blancos. Yo, por mi parte, sentía que estaba en otro mundo. Todas esas acciones se sentían como algo ajeno a mí, toda la situación parecía sacada del más perfecto de los sueños. Y mi cuerpo creía estar en él, aunque parte de mi mente sabía que era realidad. Eso era lo que hacía que todo ese momento fuera perfecto.

- ¿Y bien, cariño? – preguntó mi padre - ¿Vamos?

Tomé su brazo, asintiendo efusivamente. Me aferré a él, ya que la sensación de mareo me estaba volviendo loca, y me costaba concentrarme lo suficiente como para caminar. Nos pegamos a la puerta, y esta comenzó a abrirse lentamente. Creí que moriría: la felicidad inundaba completamente mi cuerpo. Si la felicidad matara, seguramente ya estaría en mi lecho.

Solo bastó un paso para que todo cambiara de repente: el mundo desapareció completamente, y solo pude concentrarme en una cosa: sus ojos verdes. Ese mismo verdor que me había enamorado desde el primer día, estaba ahora clavado en mí, expectante, impaciente, pero por sobre todo: alegre. Y en ese momento, todo tuvo sentido: supe que había nacido para vivir experiencia, para caminar hacia él, para unir nuestras almas ante Dios y complementar su existencia por el resto de nuestras vidas. Cada instante extrañándolo, sufriendo por estar lejos de él, cada disputa, cada lágrima: todo eso no importaba. Solo importaba que estábamos ahí, él y yo.

El pasillo parecía alargarse cada vez más, mientras mis pies caminaban cada vez más rápido, desesperados por encontrarse con él. Y, finalmente, llegaron. Mi padre soltó mi brazo, apoyó su mano sobre el hombre de mi prometido, y le guiñó un ojo. Él le sonrió, y, casi desesperado, buscó nuevamente el contacto con mis ojos. Me paré frente a él, y nuestras manos se entrelazaron. Solo pude articular con mis labios dos palabras: “Te amo”.


I made it, I made it, oh-oh, I made it ♪ jaja, estoy loca, lo sé, es que no puedo creer que gané! Me esperaba una mensión con suerte... pero ganar? WOW! No lo esperaba! Pueden verlo en este link . En fin... espero lo disfruten mucho :) me costó bastante escribirlo, pero una vez que se me mete una idea en la cabeza, no dejo que nada me gane, ni siquiera un poquito de dolor x) jaja, y yo por mi parte al menos, estoy feliz con el compromiso de Dani y Kev así que no costó demasiado. Espero que lean el Alert y no lo hayan leído si no pueden soportarlo! En fin, gracias por los comentarios♥ me hacen muy bien!

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Me encantó! Realmente dulce y a la vez verdadero. Creo que todas, o al menos la gran mayoría, deben sentir lo mismo que se ve reflejado en el shoot.
Genial :)
Por cierto, me gustaría saber como pones eso de:
¿TE GUSTO? y que la gente pueda votarlo.
Puedes comunicarmelo en mi blog si no te es problema ;)
http://disneystars14.blogspot.com

Anónimo dijo...

Por ciertoo, te estoy siguiendo en blogger! =)

so dijo...

Me encantó! aaaawww. son más tiernoos! te quedó hermoso Luz! rebalza dulzura, el ingrediente perfecto! :) a mi también me enantan Dani&Kev... la verdad... espero que sean requetecontra felices!
felicitaciones! lo ví en jonasforlife y me vine para aca :) a comentar y ya me voy volando a leer el puente con acción ♥ jjajaa,
espero que andes genial y que sigas escribiendo lindo!
besitooos!
@ssunnyfunny

sol dijo...

bueno, se me chispoteo antes de ponerle el link jajaja la de arriba soy yo :T

HisBlackKeys dijo...

Vale, solo dame un segundo.
COMO CREES QUE ESTOOO NO IBA A GANARR!?!?! ¬¬ ES HERMOSOO. Pude sentir los nervios y la seguridad de Danielle desde españa, asi que , es simplemente hermoso de veras. Capaz es que se meterme en tu cabezaa hahaha y comprendo lo que escribess...naa somos demasiado complicadas :P (te acabo de twittera que ahora miusmo no puedo escribir nada muy decentee XD asi que siento que el resto de mi comentario seaa fkabfhwejlwak )
amo el final. "te amo" queda tan hermoso♥
en fin, enhorabuena una vez mas :) y recuerdame que no le hable a caro de este One- Shoot se que querra leerlo y luego se pondra mal, no porque no le guste Kevelle, simplemente porque le dolera y se que si le digo que exisete querra leerlo....¬¬
No quiero verla mal, no lo soporto.
Te quierooo
Jamas dejes de escribir :)

Elen.