Butterfly Don't Fly Away (SPANISH)

- Ya, Nick, ¿por qué no me dices de una vez de qué va esto?

- Ya lo verás… - volví a mover efusivamente mi cabeza, intentando zafarme de las manos de mi novio, pero se me hizo imposible. Estaban sobre mis ojos desde que habíamos bajado de su Mustang, hacía ya un rato largo, así que no tenía idea de adonde me llevaba.

- ¿Aún no me dirás?

- Vamos, Al, se paciente…

- Sabes que odio las sorpresas.

- Pues te apuesto que esta no la odiaras…

No pude evitar sonreír al sentir sus labios sobre mi mejilla izquierda. Sentí una brisa fresca chocando contra mi rostro, y las plantas de mis pies notaron el cambio en el impacto: ya no caminábamos sobre cemento. Solo bastaron unos cuantos pasos más para deducir donde estábamos, el pasto bajo mis pies, y ese olor a agua dulce solo podían provenir de un lugar: nuestro lago.

Mi sonrisa se expandió un tanto más, amaba ese lugar. Dos años atrás, Nick y yo nos habíamos conocido en la orilla de ese pequeño lago en New Jersey, y un año más tarde, en ese mismo lago, habíamos transformado nuestra amistad en algo más. Hacía mucho tiempo que no visitaba ese lugar, que, sin lugar a dudas, fue uno de los más significativos en mi vida.

- Ya descubriste dónde estamos, ¿no es así? – susurró Nick en mi oído, luego de escucharme suspirar. Asentí, muy emocionada para poder hablar. – Te dije que haría algo especial para nuestro aniversario.

Quitó sus manos de mis ojos, para tomarme de la cintura y girarme, quedando contra su pecho fornido. Me miró a los ojos, y, lentamente, acortó la distancia entre nuestros rostros para presionar suavemente mis labios. Un millar de mariposas revolotearon en mi estómago, sentir sus labios aterciopelados sobre los míos era la mejor sensación sobre la Tierra.

- Nunca creí poder amar tanto a alguien – murmuré cuando nuestros bocas se separaron. Pegó su frente a la mía, y me regaló una sonrisa sincera.

- Ven, aún hay más… - dijo, tomando mi mano, y conduciéndome hacia nuestro árbol favorito, ubicado a unos cinco metros de la orilla.

- ¿Más? Nick, no debiste… - sentí un dejo de culpabilidad: si mi orientación no fallaba, el lago estaba a unos 4.000 kilómetros de la Universidad a la que ambos asistíamos. El viaje había durado unas tres horas y media, así que no podía estar muy errada.

- Oh, vamos, no empieces de nuevo… lo mereces. – contestó, y besó la comisura de mis labios. Volví a sonreír.

Caminamos unos cuantos metros hasta que arribamos a nuestro roble. Le dimos la vuelta, y me encontré con un mantel en el suelo, con una canasta sobre él.

- ¿Pero cómo…?

- No preguntes – me cortó Nick, sonriendo.

- Gracias – dije, algo apenada, devolviéndole el gesto. Nos sentamos sobre el mantel, bajo la sombra del antiguo y enorme árbol. Intenté comenzar a sacar la comida de la canasta, pero mi novio no me lo permitió.

- Ya deja de preocuparte. Hoy yo me encargué de todo, por una vez…

Reí un poco. Siempre se quejaba de no poder prepárame nada, porque siempre le ganaba de mano. Es que no podía evitarlo: lo amaba a más que nada en el mundo, y, aún luego de un año, no podía creer que un chico como él me hubiera elegido a mi. La balanza de nuestra relación ya estaba demasiado desequilibrada, ¿cómo dejar que eso empeorara?

Sacó dos emparedados, y dos latitas de Coca-Cola, la suya, como era costumbre, Light. Me disponía a comer, cuando noté que Nick me observada con una mirada cargada de culpabilidad. Enarqué una ceja, en señal de pregunta, e inspiró una buena bocanada de aire, desviando su mirada de mis ojos.

- ¿Será posible, si no es mucha molestia, aceptar algo más de mi parte?

- Dime que no gastaste mucho dinero – no contestó. - ¡Nick! ¿Cómo debo hacerte entender… - volvió a posar sus ojos sobre los míos, suplicándome con la mirada. Suspiré, despeinando sus rulos con mi mano – No tienes remedio.

Sonrió ampliamente, y comenzó a buscar algo en el bolsillo de su saco. Pasados unos segundos, sacó una pequeña cajita de él.

- Espero que te guste… - dijo, entregándome la cajita. Era azul, aterciopelada, la típica envoltura de alguna joyería costosa. Sentí ganas de armarle un escándalo por el gasto, pero decidí dejarlo pasar. Abrí la cajita, y solté un emocionado grito ahogado. Dentro había un collar de plata, con un hermoso y delicado dije en forma de una mariposa, mi insecto favorito. Volví a dirigir la mirada a mi novio.

- Es hermosa – pasé las yemas de mis dedos por ella.

- Espera, eso no es todo – dijo él, quitándome suavemente la cajita. Sacó la cadenita, y se acercó más a mí, sentándose a mi lado. Tomó el dije sobre sus manos, y lo abrió: era un pequeñísimo relicario. Dentro, pude notar que había unas palabras grabadas. Fascinada, tomé la mariposa para poder leerlas, y una lágrima se aventuró por la comisura de mis ojos: “Butterfly, don’t fly away”

- Esto… Nick, es… increíble – tartamudeé. Esa oración provenía de mi canción favorita, Butterfly.

- No es nada comparado a lo que mereces – dijo. Limpió con su dedo la lágrima que se me había escapado, y volvió a tomar la cadenita - ¿Te ayudo?

Asentí, y di media vuelta, levantando mi cabello. Una vez colocado mi regalo, me abrazó por los hombros, acunándome en su pecho.

- Te amo – susurró – Y nunca voy a dejarte ir. Te lo prometo.

Sonreí, levantando mi cabeza de su pecho para mirarlo a los ojos, los cuales estaban cristalinos. Acerqué mi rostro al suyo, y besé sus labios. Una vez más, las mariposas que habitaban mi estómago se pusieron como locas, ahora acompañadas por su nueva hermana, adecuada cómodamente alrededor de mi cuello. ¿Podía mi vida ser aún más perfecta? Inconscientemente, me contesté a mi misma: con él a mi lado… eso era lo único imposible.

Espero que lo disfruten :) lo escribí para un concurso (si quieren saber más información, entren en /JonasForLife) en el cual no gané - pero bueno, no siempre se gana. Yo disfrute muchísimo escribiendo, y para serles sincera, sé que podría haberlo hecho mucho mejor. Hay una nueva consigna, así que voy a intentar de nuevo, poniendo más empeño. Mañana supongo que subiré alguna otra canción... no sé, para serles sincera, estoy con los animos por los pisos. Así que mañana, si estoy mejor (y espero que lo este) veré que hago. Por favor, si leen esto, un comentario no les cuesta nada... y me hacen increíblemente feliz. De verdad, ahora se los ruego: lo necesito. Y, por un par de días, aunque este en contra de lo que siempre digo... si sus opiniones son negativas, guardenselas. No estoy en situación de aceptar criticas, ni siquiera las constructivas. Así que en fin... gracias por su tiempo (: